En esta semana pasada, concretamente desde día 5 al 13 de mayo han caído más de 100 litros de agua por metro cuadrado en las Vegas del Guadiana, y algo más de 130 la zona del Alagón y Árrago en el Norte de las Región. Estas lluvias que han sido beneficiosas para la ganadería están produciendo daños importantes en las plantaciones de tomates.
Las más de 18.000 hectáreas plantadas de tomates, están sufriendo a causa de la lluvia persistente caída en la zona, asfixia radicular que aunque en los próximos días no se va a apreciar, sí que va a suponer una pérdida importante de cosecha, ya que estas plantas van a mostrar la pérdida de este sistema radicular en el momento del engorde del fruto.
Es imprescindible que los productores de tomates presenten los correspondientes partes de daños a Agroseguros en los próximos días, ya que la norma que regula el seguro obliga a los damnificados a presentar parte de daños en los días siguientes al hecho.
La Unión de Extremadura calcula que de las 18.000 hectáreas plantadas más de 10.000 has presentan síntomas de asfixia radicular, que tendrán que ser analizadas por los técnicos de Agroseguros y realizar un seguimiento hasta la cosecha del fruto.
Al mismo tiempo, las 7.000 hectáreas restantes de cultivo que aún no se han plantado debido igualmente a la cantidad de lluvia caída, van a tener pérdida de cosecha por lo atrasada de la plantación y el riesgo que va a suponer tanto el calor en la floración como los riesgos que trae consigo las producciones tardías.
Aún se están analizando las consecuencias del exceso de lluvia, pero las primeras valoraciones de la Organización, cifran en una pérdida de más de 250.000 toneladas de tomate, con un importe de 18.750.000 €.