El DOE ha publicado una Resolución de la Dirección General de Agricultura por la que confirma que en función de los resultados obtenidos en los saneamientos ganaderos con respecto a la tuberculosis bovina, todas las comarcas veterinarias de Extremadura se consideran Áreas de Especial Incidencia de Tuberculosis.
Tenemos el dudoso mérito de ser la única Comunidad Autónoma de España donde la totalidad de las comarcas tiene el índice de positividad tan alto, que se nos considera áreas de especial incidencia, con todas las repercusiones negativas que esta denominación trae aparejada.
La prevalencia de la enfermedad en rebaños tiene de media en Extremadura un 9,55%, la segunda cifra más alta de España y muy lejos del 3% que teníamos en los años 2007-2012 o del 4% de los años 2013y 2014.
Por comarcas, seguimos teniendo el récor a nivel nacional con un 23,22% por ejemplo en Navalmoral de la Mata o el 16,15% en la comarca de Valencia de Alcántara.
A estas cifras que suponen el sacrificio de miles de vacas y cabras en la Región y la ruina de multitud de ganaderos, se contrasta con la euforia del Director General de Agricultura que está orgulloso de bajar la prevalencia del 12,96 del año 2016 al 9,55 del año 2017. Somos la Región que más vacas y cabras mata por esta enfermedad y el responsable político de esta sangría está orgulloso de sus logros.
Al mismo tiempo que se anuncian estas propuestas, cada día se constata que son falsas estas cifras, ya que más del 80% de los animales diagnosticados como enfermos, se comprueba por los análisis postmorten que los mismos no tienen rastro de la enfermedad.
Se adjunta cuadro en el que se aprecia el fracaso de la política de sacrificios masivos de animales y no perfeccionar tanto el método de análisis como el control de la enfermedad en la fauna cinegética.
La Unión exige la dimisión inmediata del Director General de Ganadería por incompetente y por llevar la ruina a tantas explotaciones ganaderas.