Los ayuntamientos de Extremadura, por la recomendación aprobada en el Consejo de Gobierno del 12 de marzo han aprobado los cierres de instalaciones municipales para evitar las aglomeraciones y la propagación del Covid-19.
En la mayor parte de los casos estos cierres están justificados por las medidas de prudencia sanitaria.
La Unión Extremadura ha remitido un escrito a la Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura por la que les insta a no cerrar los mercadillos locales para la venta de productos de alimentación ya que estamos convencidos que la venta de productos de alimentación en estos mercadillos son menos peligrosas que la adquisición de estos productos en centros comerciales y tiendas cerradas.
Como los consumidores van a tener que seguir adquiriendo productos alimentarios, es preferible hacerlo en recintos abiertos y no en centros comerciales o tiendas cerradas, más atestadas de público y donde por ejemplo los carritos de compras se utilizan por numerosas personas, así como ascensores y otras instalaciones. Por no hablar del desabastecimiento de estos productos frescos en numerosas supermercados y tiendas.
Entendemos las medidas de prudencia, pero no se puede equipar medidas como el cierre de un polideportivo, que es opcional, al cierre de instalaciones de adquisición de alimentos, que son obligatorias, y con menor riesgo para los ciudadanos.
Creemos que sería una mediad prudente para el control de la enfermedad el excluir a los mercadillos locales para la venta de productos alimentarios de las estaciones municipales que se pretenden cerrar.